sábado, 12 de enero de 2008

A MI PADRE

Coloso gigante de ojos celestes,...celestes como el cielo, te evoco hoy y aquí.
De cuclillas, agachado, sosteniéndote con el rifle, allí te veo...y a este papel te traigo.
La noche era clara, serena y llena de estrellas... la luna, tan llena, tan brillante, que no dejaba dudas a el ritual!
Y allí, agazapada a su lado, conteniendo el aliento, en silencio...(silencio absoluto debía ser) con los ojos tan abiertos, y el alma tan plena., en comunión con su alma, la danza de las vizcachas, pude presenciar.
Hoy a la distancia, aún puedo revivir ese instante tan preciado. Estaba a su lado, cómplice de un momento que para él resultaba familiar, pero para mi significaba la posesión de su ser!
Estaba compartiendo con mi padre, algo que a él le gustaba. Ir de cacerías.
Además, compartíamos el sueño de ver de cerca, a la luz de la luna, en el claro del monte...fascinados, el ritual-danza de esos bichitos que ignorantes y muy sueltos, se dedicaban a bailar !
Aún puedo sentir nuestras respiraciones, el entrecruzar de las miradas, atónitos, de haber podido conjugar tan solo por un instante, la magia del baile, y todo lo que para mi implicaba, como hija mujer, asistir a su lado, a tan bello momento de comunicación.
Siempre deseé caminar a su lado, calzar mis pasos en sus pasos, calzar mis manos en el hueco de la suya, atesorar su calor.
Sus manos siempre serán sus manos.; grandes, poderosas; no había nada que ellas no pudieran hacer !...Y las traigo hoy, aferradas a su rifle, una noche de verano, unidas para siempre nuestras almas, unidas a través del universo...
Padre lo siento... nací mujer !
Ya no podrás leer esto... pero al escribirlo, te siento detrás de mí, respirando tan cerquito, se que conmigo lo revivís.

Al SOL de mi alma... a mi PADRE... hoy !

( Para mis hijos,_19-03-2002 )

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